¿Son los videojuegos el problema? O solo algunas personas con tendencias adictivas desarrollan problemas.

Por mucho que algunas personas así lo crean, los videojuegos, lejos de convertirte en un adicto, te ayudan a mejorar en muchos aspectos que pueden ser útiles para tu vida. Claro, como toda actividad humana, si lo haces en exceso puede ser perjudicial y crearte problemas.

La OMS aclara, los videojuegos crean adicción y se considera una enfermedad.

Es necesario explicar que, en efecto, la Organización Mundial de la Salud (OMS), ha incluido el uso de videojuegos adictivos como un desorden conductual, en su Clasificación Internacional de Enfermedades. Por lo que oficialmente la adicción de los videogamers es una enfermedad.

Sin embargo, esto no quiere decir que todos los jugadores digitales son adictos, ni mucho menos existen títulos de videojuegos que son particularmente adictivos. En realidad, lo que las ciencias conductuales han determinado es que existen grupos de personas que tienen la propensión hacia ciertas conductas compulsivas.

Por eso, hay tipos de actividades que generan determinadas reacciones en su cerebro y les causan adicción. De hecho, la categoría de la clasificación de la OMS en la que se ubica a los videojuegos digitales es la de juego pernicioso, donde se encuentran también los apostadores compulsivos o ludopatas.

Esta explicación es muy importante. Resulta que existen las mismas posibilidades de que una personalidad compulsiva se haga adicta a coleccionar cajetillas de fósforos, apostar a las carreras de caballo o jugar videojuegos de ps4. Si encuentra que alcanzar una meta en estas actividades estimula su centro de placer en la amígdala. Probablemente, si tiene la propensión a las adicciones, terminará enganchándose a una u otra. De hecho, es normal encontrar personas que comparten diversos tipos de adicciones. Por ejemplo, alcohólicos que son ludópatas. O, adictos a las drogas que son también adictos al sexo o la pornografía. Pero no solo se trata de actividades moralmente cuestionables. También hay personas adictas recibir atención por cierta minusvalía, o que presentan una obsesión por realizar ciertos rituales diarios.

Cómo proceder entonces con los videojuegos ¿crean adicción o no?

Como todo hábito o práctica humana, es necesario conocer donde están los límites entre algo sano y cuando se enfrenta un problema. No quiere decir que una persona que entrene diez horas diarias jugando, necesariamente sea un adicto. Por ejemplo, nadie reprocharía que un nadador de élite, antes de una competencia, dedica 8 horas diarias a la pileta. Este es su trabajo, igual ocurre con un jugador de videojuegos profesional, éste es su trabajo, y simplemente está entrenando. Pero, si una persona deja de alimentarse, socializar y obvia otras rutinas diarias para dedicarse a un videojuego adictivo, nos encontramos ante un problema que necesita atención.