Los inicios de este videojuego deportivo de fútbol, la competencia con FIFA, su auge y caída, y su ¿resurgimiento?
Entre licencias, motores gráficos y jugadores históricos.
Entre las grandes disyuntivas gamers, una de las más antiguas es la difícil elección entre PES o FIFA. Una competencia que no tiene nada que envidiar a la de Ford vs Ferrari o de Ferrari vs Lamborghini, marcando historia en el mundo de los videojuegos. Entre licencias, motores gráficos y jugadores históricos, hoy haremos un repaso sobre la historia del Pro Evolution Soccer.
Los inicios y la competencia con FIFA
Corría el año 1999 y FIFA lideraba el mercado de los simuladores deportivos con su FIFA 98, aquella recordada joya contemporánea al mundial de Francia. Mientras tanto, en Japón, Shingo Takatsuka empezaba a tomar notoriedad con su Winning Eleven 4, su propio juego futbolístico con el que empezaba a ganarse adeptos.
Konami, la compañía detrás de su proyecto, decidió ir a por todo en la competencia con EA Sports y lanzó el ISS Pro Evolution, nombre occidental del Winning. Con una jugabilidad nunca antes vista, PES (su nueva abreviación) se convirtió en la competencia más dura de FIFA, tanto para PS1 como PS2 y PC.
Con su siguiente edición, PES 2 subió a los primeros puestos de los charts de ventas, a partir de una fórmula corregida y mejorada de su jugabilidad y diseño. Sin embargo, el gran salto se dio con el Pro Evoluton Soccer 3 (Winning Eleven 7), recordado por tener en su portada al mítico árbitro Pierluigi Collina.
Su nuevo motor gráfico generó una mejora exponencial en la física del balón, el comportamiento de los futbolistas y las características visuales de todo el juego. De este modo, se colocó como el referente absoluto en los videojuegos deportivos.
El auge
A partir de ahí, el nivel siguió subiendo, alcanzando su pico en el PES 6, pero de eso hablaremos más tarde. Ahora cabe destacar como, a medida que ganaba adeptos y repercusión, la saga incorporaba nuevas licencias oficiales. En consecuencia, obtenía camisetas y estadios originales, además de un gran número de jugadores a partir del acuerdo con FIFPRO.
El fanatismo era tal que los nombres falsos como Roberto Larcos o Ranoldinho no molestaban a los usuarios, ya que formaban parte del universo cultural del juego. Además, no era nada que un buen parche no pueda solucionar.
El pico de la franquicia fue alcanzado con el Pro Evolution Soccer 6 (Winning Eleven 10 en Japón), considerado por unanimidad el mejor de la era clásica de la saga. Mejoras sustanciales en la jugabilidad, mayor realismo en los partidos y una inteligencia artificial de alto nivel respaldan esta decisión. Cada vez más clubes tenían licencias oficiales, por ende jugadores, estadios y casacas eran más fidedignos, logrando un nivel de realismo, calidad y jugabilidad nunca antes visto. Pocas cosas eran tan excitantes como ganar un Calcio, un campeonato mundial o una Eurocopa.
Sin embargo, la historia del Pro Evolution Soccer sería otra si no fuera por la aclamada Liga Master. Este modo de juego fue el favorito de gran parte de los usuarios, al permitir encarnar la piel de un Manager deportivo, controlando las transacciones, adquiriendo jugadores, renovando contratos y retirando jugadores, desde el ascenso hasta competir por ganar la Champions.
Una maravilla que al día de hoy nos hace recordar a los mediocres pero entrañables jugadores con los que arrancamos la aventura: Castolo, Minanda, Burchet, Ordaz, entre tantos otros. Su legado es tan perenne que cuando Konami los retiró en 2012, volvieron como entrenadores y managers, dando un bonito guiño a los fanáticos más fieles.
La caída
Lamentablemente para Takatsuka, la nueva generación de consolas no fue un cambio agradable para el PES, ya que su equipo de desarrolladores no supo adaptarse a las nuevas prestaciones tecnológicas. Debido a esto, el creador de la saga terminó saliendo del equipo de desarrollo para el PES 2013. La caída en los recursos económicos a disposición de Konami y el aumento del dinero invertido por EA hizo que FIFA recupere algunas de las licencias más importantes, su primer paso para recuperar el cetro.
Con el paso de los años, la calidad de los títulos de Konami fue disminuyendo hasta perder ampliamente el trono ante FIFA. El juego de EA fue ganando nivel y reputación a partir de las mejoras en sus modos Mi Carrera y, sobre todo, con el FUT, el modo online ampliamente superior al del PES.
El resurgimiento
Según la opinión especializada, fue recién con el PES 2016 que Konami volvió lanzar un juego que le haga honor a su antigua reputación. En el aniversario número 20 de la saga, la franquicia volvió a sus raíces, con el refrán “Ama el pasado, juega el futuro”. Y lo bien que hicieron, ganando el premio a mejor juego de deportes en la Gamescom 2015. Habían vuelto.
Al día de hoy, la franquicia cambió su nombre en 2019, convirtiéndose en eFootball PES 2020. ¿El motivo? Hay dos: una mayor apuesta por los eSports por parte de Konami, y una conexión con la liga de esports creada por Gerard Piqué, la eFootball.
Una gran decisión, acompañada por un gran desarrollo en el juego, dando con el mejor título de toda esta nueva generación. La física del balón y su ritmo de juego más pausado acercan muchísimo la simulación a la realidad, especialmente en los cambios de juego y pases. La trayectoria del balón luce alucinante cuando es ejecutada correctamente, cómo si de una pelota de verdad se tratara.
¿Qué pasará con el eFootball PES en el futuro?
Si bien al día de hoy PES (o de ahora en más eFootball PES) continúa perdiendo en ventas con FIFA, ha experimentado un notable crecimiento en el mundo de los eSports. De este modo, si continúan por un camino de mejora constante, pueden llegar a competir de igual a igual con FIFA. Tal como lo hacían en sus mejores años, donde Minanda, Castolo e Ivarov definían la historia del Pro Evolution Soccer y nos emocionaban al máximo. Ojalá lo logren.