Need for Speed, videojuego de coches, uno de los verdaderos culpables de una generación de fanáticos de las carreras.
Entre carreras ilegales, persecuciones policiales y la cultura underground.
La franquicia de videojuegos que hizo que muchos nos apasionemos por el mundo de las carreras urbanas, la música hip hop y la personalización de coches. Carreras ilícitas, persecuciones policiales y una olvidable adaptación cinematográfica hacen de juego uno de los títulos que marcaron época. Por eso hoy traemos un repaso por la historia del Need for Speed.
Los inicios
Nacida en 1994 bajo el título de Road & Track Presents: The Need for Speed, la franquicia fue ideada originariamente para la discontinuada 3DO, la consola hecha por Panasonic y Sanyo. Al poco tiempo llegó a Sega Saturn y PlayStation, donde tuvo el escenario adecuado para demostrar sus excelentes gráficos 3D, la física realista y la pequeña oferta de 8 coches deportivos.
En 1997 la saga comenzó a modelar las características que la definirían en NFS II, con la posibilidad de personalizar los coches, la vestimenta del piloto y las pistas de conducción. Con la premisa de generar mayor dinamismo y velocidad, el juego generó la jugabilidad que al día de hoy continúa.
El primer hit
Sin embargo, fue en 1998 donde el título revolucionó el género de las carreras deportivas. NFS III: Hot Pursuit incluyó el modo Hot Pursuit, donde podremos escapar de la policía, o al revés, encarnar nosotros el rol perseguidor. El giro planteado a la narrativa fue un éxito total que posicionó a la franquicia entre las mejores de la escena y al juego como uno de los mejores de la historia de Need for Speed.
Los primeros palos en la rueda
Al poco tiempo llegaron tres títulos que no le dieron demasiado a la franquicia. Need for Speed: High Stakes (1999), en su apuro por continuar el impulso de Hot Pursuit, no innovó demasiado. Lo más destacado del juego fue el modo High Stakes, donde la recompensa de ganar de una carrera era obtener el coche del perdedor. Por otro lado, Need for Speed: Porsche Unleashed (2000) solo incluía coches de la marca de Stuttgart, brindando una experiencia de simulador más genuina. Finalmente, Need for Speed: Hot Pursuit 2 (2002) fue criticado por ser excesivamente similar a su homónimo predecesor.
El verdadero éxito
No obstante, la franquicia elevaría ampliamente su reputación al aprovechar las nuevas tecnologías de la sexta generación de consolas como PlayStation2 y Xbox. En el año 2003 se presentó al mundo el Need for Speed: Underground, que sacudiría el mercado liderando los rankings de ventas. ¿Cómo lo hizo? Brindando un altísimo nivel visual, donde dejaría atrás todo lo hecho anteriormente.
En un mundo de carreras callejeras con un estilo súper urbano, tendrías la posibilidad de personalizar tu coche y dejarlo con mucha personalidad. Además, incorporó los modos Drag y Drift, que no tardaron en convertirse en los favoritos del público. Por último, su increíble soundtrack, encabezado por ‘Riders From the Storm’ y ‘Get Low’, marcaría tendencia en todas las playlists de hip hop de la época y terminaría de colocar al título como uno de los favoritos en la historia de Need for Speed.
Y cuando creíamos que no podrían superar lo realizado previamente, EA Games presenta al año siguiente Underground 2, que introdujo un cambio radical. Las pistas de carreras dejaron de ser limitadas y el usuario pasó a poder recorrer la ciudad libremente, GTA style. Tiendas clandestinas, carreras aleatorias y una gran narrativa hicieron de Underground 2 uno mundo abierto increíble.
El éxito logrado indicaría que la compañía apueste por una tercera parte, pero los canadienses dieron un volantazo y presentaron un título con reminiscencias al Hot Pursuit. Most Wanted (2005) ofrecía muchas animaciones CGI, nuevos modos de juego y una historia basada en la competencia contra 15 personajes: los más buscados. El título no encontró competencia alguna y se convirtió en el más vendido de la franquicia en la historia de Need for Speed.
La relación con películas como Fast and Furious
En este punto de la historia bien podríamos preguntarnos si hay un punto de conexión con la mega taquillera franquicia de Fast & Furious, que por momentos creció junto a la saga de videojuegos. Pues bien, la respuesta la encontramos en NFS: Carbon, lanzado en 2006. Fue el primero en llegar para PS3 y Xbox One, convirtiéndose en el juego oficial de Fast & Furious: Tokyo Drift, por su injerencia en el modo Drift y su regreso a la impronta callejera.
Los peores momentos
Sin embargo, era de esperar que luego de recorrer un camino con 4 juegos exitosos al hilo llegue la piedra en el zapato: Pro Street fue un rotundo fracaso. El intento de brindar un simulador más realista no fue exitoso, por lo que al año siguiente NFS: Undercover (2008) volvió a las raíces callejeras y arcade del underground, recibiendo en su mayoría críticas positivas. De todos modos, EA no se quedó de brazos cruzados en su búsqueda por lograr un simulador realista que compita con Gran Turismo y Forza Motorsport, por lo que lanzaron Shift (2010) y Shift 2 (2011), con buena recepción por parte del público.
E l retorno a las grandes ligas
“Mejor tarde que nunca” indica el refrán, algo que los desarrolladores del juego predicaron muy bien, al detectar luego de mucho tiempo que la mayor falla de los títulos mediocres de la saga era la falta de guion. De este modo, surge NFS: The Run, en 2011, con una historia consistente, jugabilidad arcade y unos gráficos mejorados. Este fue el último título desarrollado por EA Black Box, ya que en 2012, con el relanzamiento de Most Wanted la programación pasó a manos de la compañía inglesa Criterion Games. Su modo multijugador, la inteligencia artificial y el soundtrack de The Chemical Brothers como insignia hizo del juego uno de los mejores en toda la historia del Need for Speed.
La actualidad.
Curiosamente, Criterion Games soltó el mando luego de una sola edición para darle paso a Ghost Games, que lanzaría Rivals (2013), Need for Speed (2015) y Payback (2017). ¿El objetivo? Romper con la tendencia del sube y baja constante que acompañó a la franquicia en los últimos títulos. ¿Cuándo lo terminaron de lograr? Con Heat (2019). A partir de una estética urbana, la personalización de los autos, gráficos y físicas acordes a la tecnología y la dinámica característica del juego hicieron que estos títulos vuelvan a conducir sabiamente, con seguridad, por el camino que mejor le sienta.