Novelas, videojuegos y una serie en Netflix: la saga que atravesó todos los formatos posibles.
Desde Polonia para todo el mundo.
Hay ocasiones donde las novelas adaptadas al ámbito de los videojuegos no logran la conjunción adecuada entre fidelidad, jugabilidad y respeto por el libro. La saga de The Witcher, desarrollada por CD Projekt RED, se inspiró en la novela de Andzej Sapkowski, autor polaco, para crear un verdadero éxito en el gaming, pero levemente alejado de lo que transcurre en los libros, a pesar de los constantes guiños y referencias. Con un recorrido algo inusual, les traemos un repaso por la historia de The Witcher.
El origen
Los videojuegos de The Witcher no son adaptaciones per se de los libros, ya que se desarrollan cinco años después del final de los libros. Sin embargo, la compañía desarrolladora CD Projekt se encargó de reproducir con fidelidad el universo de las novelas. Por otro lado, cabe destacar que cuando salió el primer videojuego, en 2007, la última novela ya tenía 7 años de lanzamiento, por lo que no hay duda alguna en afirmar que fue la franquicia de videojuegos lo que hizo trascender a la saga de Andrzej Sapkowski. Su gran éxito aumentó las ventas de las novelas, popularizó la saga en los países de habla inglesa y se convirtió en un fenómeno mundial, con serie de Netflix incluida.
Una primera aventura: The Witcher 1
CD Projekt fue una de las empresas que más apoyo había dado a la distribución de juegos de rol en su país. Sin embargo, sus intenciones al comprar los derechos de la novela de Sapkowski eran desarrollar su propia saga, algo que lograron en 2007, cuando The Witcher llegó a PC.
En el juego, los usuarios nos poníamos en la piel de Geralt de Rivia, el hechicero protagonista que, tras curar a la hija del rey, es trasladado a una fortaleza que es atacada. Su misión será averiguar quién está detrás de ese ataque.
Esta primera entrega fue un éxito rotundo, ya que los jugadores podían elegir entre tres modos diferentes de lucha, además de poder hacer uso de los recursos mágicos del personaje, como la alquimia.
La consolidación: Assasins of Kings
De este modo, la saga se aseguraba una segunda entrega, The Witcher 2: Assassins of Kings, lanzada al mercado en 2011, con un desarrollo para PC y Xbox 360. En esta entrega el estudio ya estaba desarrollando su propio motor gráfico: el REDEngine, que venía a reemplazar el Aurora de Bioware.
Sin embargo, el cambio de motor gráfico no fue la única novedad que incorporó la secuela. Esta vez Geralt era uno de los últimos brujos que habitaban el mundo, algo que el estudio aprovechó para generar bifurcaciones de la historia que desenlazan en finales distintos según las acciones realizadas.
Un “elige tu propia aventura” muy bien logrado, que permitió a la franquicia y al estudio asentarse en el mainstream, aprovechando el maravilloso universo creado por el escritor polaco. La historia de The Witcher comenzaba a cambiar.
El juego que cambió todo: The Witcher 3
Cuatro años más tarde fue presentado The Witcher 3: Wild Hunt, considerado por muchos fanáticos de la fantasía y el género como el máximo exponente del rol occidental en sus últimos años. El amplio abanico de posibilidades que ofrecía su jugabilidad, sumado a la potencia y fuerza bruta del motor gráfico creado por el estudio hicieron rendir al máximo el título en la octava generación de consolas.
El espectáculo gráfico logrado en Wild Hunt es algo pocas veces visto, donde en cada rincón hay un nuevo secreto, en cada lugar un nuevo reto, en cada accionar una nueva experiencia, construyendo una oda a los videojuegos de rol y uno de los más vendidos en la historia.
Un título imprescindible en la historia del gaming, a partir de una ambientación soberbia, un nivel técnico inusitado, una duración adecuada y la capacidad de sorprender hasta al jugador más experto. Uno de los mejores motivos para comprar una de las consolas de última generación o una buena PC.
Su marca en la cultura popular
Si bien al autor polaco de la saga los videojuegos no le agradan demasiado, ya que se alejan demasiado de la esencia de la obra, no hay duda alguna que los títulos desarrollados por CD Projekt son imprescindibles para cualquier gamer. La historia de The Witcher ha dejado su marca en la cultura popular, y eso es algo que pocos títulos pueden jactarse. La magia de Geralt (y de CD Projekt) todo lo puede.